Hace años que trabajo como viajante, recorro en automóvil una gran área del oeste argentino visitando clientes. Aunque debo reconocer que disfruto de la soledad, los viajes se repiten periódicamente, son cansadores y monótonos. Tengo claro que el menú del día en el parador de Puelén será costeletas con algo más, igual que en la casa de mis viejos cuando era chico y sé que cuando ingrese al hotel “Austral” el conserje me dirá en tono de reproche que nuevamente llego tarde y que estuvo a punto de darle a otro pasajero la habitación que reservé.

El paisaje es desértico y desolado, sin embargo, vehículos abandonados, curiosas construcciones y chatarras herrumbradas aparecen cada tanto a orillas de la ruta. Paso una y otra vez por los mismos sitios reafirmando la posición de esos elementos en el derrotero. Fotografío esas referencias del camino, el paisaje y los sitios en que me detengo para comer y pasar la noche. Son apuntes que registro sobre un mapa que creo conocer en cada detalle y repaso mentalmente una y otra vez, viaje tras viaje.


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Hace años que trabajo como viajante, recorro en automóvil una gran área del oeste argentino visitando clientes. Aunque debo reconocer que disfruto de la soledad, los viajes se repiten periódicamente, son cansadores y monótonos. Tengo claro que el menú del día en el parador de Puelén será costeletas con algo más, igual que en la casa de mis viejos cuando era chico y sé que cuando ingrese al hotel “Austral” el conserje me dirá en tono de reproche que nuevamente llego tarde y que estuvo a punto de darle a otro pasajero la habitación que reservé.

El paisaje es desértico y desolado, sin embargo, vehículos abandonados, curiosas construcciones y chatarras herrumbradas aparecen cada tanto a orillas de la ruta. Paso una y otra vez por los mismos sitios reafirmando la posición de esos elementos en el derrotero. Fotografío esas referencias del camino, el paisaje y los sitios en que me detengo para comer y pasar la noche. Son apuntes que registro sobre un mapa que creo conocer en cada detalle y repaso mentalmente una y otra vez, viaje tras viaje.